Ten en cuenta a la hora de visitar este maravilloso lugar costero:
En sus profundidades el mar esconde arrecifes llenos de color y la imagen de la Virgen de Begoña. Fue refugio de múltiples batallas, por ejemplo, de la resistencia contra la Corona de Castilla. Al mismo tiempo, desde la Edad Media es un referente de las creencias y costumbres religiosas.
Los rituales religiosos de Gaztelugatxe van intrínsecamente unidos al mar. Dentro de la ermita se pueden ver objetos colgados: maquetas de barcos, pinturas, fotos… Son ofrendas que hacen los marineros y pescadores al santo como agradecimiento de que la embarcación esté protegida.
Al inicio de la costera del bonito del norte, los pescadores y neskatillas acostumbran a ir a Gaztelugatxe a pedir salud, buen tiempo y buena pesca. El ritual de petición también se hace desde el mar. Es por ello que los marineros/pescadores llevan sus embarcaciones a las inmediaciones de Gaztelugatxe para “hacer lo que hay que hacer”: tres vueltas a babor y tres a estribor. Hay quien lanza la hierba de San Juan desde cubierta tras quemarla en una sartén. En la actualidad los buques atuneros más punteros, que pasan controles muy rigurosos y tienen instaladas las tecnologías más innovadoras, antes de zarpar hacia el Trópico vienen a San Juan a llevar a cabo este ritual ancestral.
Es preciso subir 241 escaleras para llegar a la cima de Gaztelugatxe. Según cuenta la leyenda, el santo únicamente necesitó de tres pasos para llegar desde Bermeo a la ermita. ¿Has visto su huella en la roca? La primera huella está en Bermeo, en la Puerta de San Juan de la antigua muralla y se cuenta que quien introduce su pie en estas huellas no sufrirá de callosidades durante todo el año.
La isla de Akatx o Aketx es el santuario de un gran tesoro ya que es el hábitat del pájaro de las tormentas (Hydrobates pelagicus). No es fácil divisar este pájaro nocturno diminuto a no ser cuando hay tormenta, que es cuando se acerca a la costa a por protección. Otra curiosidad es que en Akatx hay cierto número de olivos salvajes. Estos árboles son las reminiscencias de un clima mucho más suave.
La bravura del mar de la costa de Bizkaia y los abundantes temporales han ocasionado muchos naufragios. Es mencionable por trágico lo acontecido el mediodía del Sábado Santo de 1878. El violento huracán hizo naufragar 14 bateles y 3 txalupas, ahogándose 85 hombres. Otra fecha para el recuerdo es la de la noche del 12 al 13 de agosto de 1912. Como consecuencia de la galerna fallecieron 116 bermeanos.
Por ello, Bermeo tiene 3 faros para orientar a los marineros:
El faro de Errosape (1912) situado al oeste de Lamderapunte. La función de esa señal es la de facilitar el acceso al puerto. Su luz es blanca y roja, cada 6 segundos destellea 2 haces de luz, con un alcance de 9 millas.
El aparejador de la obra fue Juan Martínez Aparicio y costó 132.531 reales de la época, construido con piedra labrada de las canteras del Duranguesado, más el aparato óptico que costó 233.796 reales. El faro de Matxitxako está ubicado en la punta más saliente del cabo. Atendiendo a su proyección óptica y geométrica, el faro fue considerado de primera categoría, con el alcance de luz más grande, de 23 millas. Era de luz blanca, que destellaba cada 4 segundos. El alcance del foco de luz era de 79,42 metros por encima del nivel del mar. Tenía 3 vigilantes de torre y estuvo en marcha hasta diciembre de 1909. Desde entonces, esa antigua torre se utiliza como anti-nieblas.
El faro de Matxitxako actual está a 110 metros al sur. Se inauguró en 1909 y fue construído por el conocido ingeniero Rafael de La Cerda.
Se utilizó como escuela de fareros. La edificación está compuesta de la casa del farero, almacén y lugar de herramientas, con planta rectangular. La entrada principal es de arco de medio punto. A su vez, las plantas y los baos están remarcados con molduras, rematados con calostras. Aparece la luz blanca cada 7 segundos y su alcance es de 35 millas. El plano del foco está ubicado a 122 metros sobre el nivel del mar y a 20,6 metros sobre la tierra. Su luz irradia hasta Castro Urdiales y hasta el río Deba.
Al hablar de Matxitxako no podemos dejar de mencionar la batalla que aconteció el 5 de marzo de 1937. 35 marineros de Itsas Gudaroste sacrificaron sus vidas en la batalla contra el buque acorazado Canarias de los que se alzaron contra de la República.
Su paisaje inigualable y algunos tesoros arquitectónicos hacen de estos recorridos una experiencia sin par. Para ello es preciso estar en una situación física buena.
No olvidarse de llevar calzado adecuado y agua para beber. Dado que es un entorno protegido, cuidar de los animales, las plantas y perservar la paz es responsabilidad de todos. Gestionar la basura también es responsabilidad de uno mismo.