Salvo cambios en fachadas, la mayoría guarda su plano originario. Podemos encontrar, la fuente más antigua de Bizkaia construida a finales del siglo XVI.
Estas casas están construidas sobre el acantilado, adosadas contra la roca del terreno y presentando, por tanto, un fuerte desnivel, son casas entre medianerías, con cubierta a dos aguas. Lo más destacable era su pobreza. En general, los pescadores con sus familias ocupan las casas peores y más insalubres, a falta de iluminación y ventilación, con escaso espacio disponible, compartiendo a menudo varias familias la misma casa. Las casas en propiedad solían ser escasas, perteneciendo por lo general a armadores o patrones. Son casas que alcanzan gran altura, con amplios vanos sobre la fachada sur, que han ido sustituyendo con barandas de forja la madera de las antiguas ventanas y balcones. Contrastando con el blanco encalado se pintaban las carpinterías de vistosos colores, el verde entre los más habituales, de los que apenas quedan muestras en Bermeo.
La fuente de “Tres cantos”, es la fuente más antigua que se conserva en Bizkaia, además de ser una noble construcción con regusto manierista que permite abastecer de agua a las embarcaciones en tan temprana época como es el siglo XVI. Luce tres escudos muy borrosos, el central, el escudo imperial (águila bicéfala de Carlos V), el de la izquierda lleva el emblema del señorío bajo venera y el de la derecha las armas de la villa de Bermeo. Lleva mucho tiempo seca, con sus caños y piletas perdidos.
En la terrible galerna de 1912, fallecieron un total de 143 marineros, de los cuales 112 fueron bermeanos. En consecuencia, la flota de Bermeo cambió repentinamente de navegar en vela a buques de vapor. Las columnas de los pantalanes recuerdan los colores de las chimeneas de esos barcos.