El arquitecto Apraiz en este ejercicio de la calle Intxausti trazó una lograda propuesta de racionalismo expresionista. La nota singular es el tratamiento de la esquina entre las calles Intxausti y Arresi con una formulación curvilínea, que recuerda a la proa de un barco. Otras notas de modernidad son la supresión de la ornamentación, el dominio de las hileras continuas de huecos, las solanas voladas, los barandales de tubo redondo y los ojos buey.
Las viviendas las resolvió con una acertada distribución moderna, orientación a doble crujía y todas las piezas con cuentan ventilación e iluminación directa a la calle.