Conservas Ormaza es una de las obras más decisivas en la arquitectura vasca y española del racionalismo de postguerra.
La fuerza del ejercicio de Ispizua se sustentó en dos aspectos:
– Brillante articulación compositiva para así facilitar su integración en la trama urbana, lograda con la disposición de dos cuerpos diferentes maclados, el de la izquierda de oficinas y viviendas y el de la derecha de fabricación
– Solvente lectura racionalista, el de fabricación lo concibió como un escueto volumen abstracto de cubierta plana articulado por hileras de huecos apaisados y el de viviendas como un volumen expresionista, lo que se evidencia en su rotundo torreón.
Otros aspectos a destacar son: plaqueta de ladrillo, balcón con los barrotes de tubo redondo y tres letreros de la marca Ormaza por su grafismo de corte vanguardista.
En una reciente actuación se ha derribado la fábrica excepto la primera crujía, la que se dispone a la calle Askatasun bidea.